martes, 8 de marzo de 2016

La relación de ayuda. YO como USUARIO

Buenos tardes blogueros!

           Hoy en clase hemos realizado una dinámica muy entretenida en la cual hemos tenido que escribir individualmente una historia personal en la que hayamos tenido que pedir ayuda (profesional o no) para posteriormente contarla voluntariamente al resto de clase. Con esto el profesor pretendía que nos pusiésemos en el lugar de nuestros futuros usuarios aprendiendo a escuchar y observando que nosotros mismos tenemos problemas que pueden servir de espejo a otras personas y así poder establecer una correcta relación de ayuda.

La historia se estructuraba en base a las siguientes preguntas:

- ¿Qué me ocurrió?
- ¿Cómo me sentí cuando necesité ayuda?
- Cuando me ayudaron, ¿Hubo algo que me molestó?
- ¿Cómo me gustaría que me tratasen la próxima vez?

Os ponemos a continuación algunas de las historias:

1ª HISTORIA: Paquita Fernández

      Lo que me pasó fue que tras un complicado incidente familiar me costaba asimilar acontecimientos difíciles o estresantes los cuales me producían mucha ansiedad hasta el punto de no poder respirar porque siempre asociaba lo malo a ese incidente, que no me dejaba ni dormir.

         Me sentí fatal a la hora de pedir ayuda, que fue a mis padres, y ellos me llevaron a una psicóloga. Me sentí fatal porque hasta ese momento no lo había visto como un problema si no como algo normal.
             Lo único que me molesto fue que se entrometieran tanto en mi vida personal, no lo entendía, aunque luego vi que era algo necesario para ayudarme.
              Espero que no haya próxima vez por lo que no me planteo como sería la próxima.


2ª HISTORIA: Inma González

      Cuando tenía aproximadamente 15/16 años pasé por un momento de mi vida un poco ‘’agobiante’’. Se juntaron varias coas en un periodo de tiempo relativamente corto: se murió mi abuelo, mi madre se quedó en el paro y veía que estaba pasando por un mal momento, iba mal en los estudios…

          Yo me sentía triste, con la autoestima bastante baja y mis profesores lo notaban. Tenía claro que quería seguir estudiando y hacer bachiller, sin embargo, como se acercaba el último año de la ESO varios profesores me dijeron que lo más apropiado sería seguir con un grado medio, ya que según ellos no podría aprobar un bachiller.

         Cuando me di cuenta de que necesitaba ayuda decidí hablarlo con mi tutora. Ella me ofreció toda su ayuda y me propuso el ir a la psicóloga del centro. Mis padres por supuesto estaban de acuerdo, ya que, como todos los padres, quieren lo mejor para sus hijos.
           Al principio le daban muchas vueltas, porque asociaba la idea de ir al psicólogo con estar loca. Sin embargo, el ir tres veces me sirvió para subir la autoestima, ver las cosas de otra manera y orientarme en mis estudios.

          Le estoy agradecida, porque si llega a ser por ciertos profesores lo más seguro es que no hubiese llegado a mis propósitos.

3ª HISTORIA: Mercedes Casanovas

          El problema por el cual tuve que pedir ayuda de profesionales fue que, debido a mi baja tensión, me desmallaba en público cuando me sentía agobiada o nerviosa.
            Mi problema apareció a los 18 años, después de la jornada de trabajo me fui a cenar con mis amigas y de repente me empecé a encontrarme mal, me mareaba, tenía sudores fríos y era imposible mantener el equilibrio y de un momento a otro me desmalle, solo recuerdo abrir los ojos y ver a mis amigas gritar y al momento volver a desmayarme, la próxima vez que abrí los ojos estaba en urgencias atendida por profesionales.

             Los médicos me realizar diversas pruebas de tensión, azúcar etc. y me mandaron al médico de cabecera, el cual me mando al cardiólogo y determinaron que lo que sufría era de tensión baja. En todo momento me sentí atendida y no me encontré molesta, aunque si estaba preocupada, ya que los mareos aparecían de un momento a otro y me llegue a desmallar en mi casa golpeándome la cabeza contra una mesa.


           Con el paso del tiempo he aprendido a controlar la situación y cuando me empiezo a agobiar me salgo a la calle a respirar aire fresco, también intento tomar alimentos que suban la tensión como el café etc., todo esto lo he conseguido gracias a la ayuda de los profesionales.


Queridos lectores os dejamos un vídeo que para nosotros es bastante interesante sobre las habilidades esenciales para la relación de ayuda impartido por Ana Bravo perteneciente a la Universidad Politécnica de Madrid:


https://www.youtube.com/watch?v=ZAkepCY2HIw


¡¡Hasta pronto!!

1 comentario:

  1. Bien las descripciones, por la sinceridad y el valor de compartirlas. En la forma debéis cuidar algunas cosas: La de Paquita, no queda muy claro por qué no quería pedir ayuda; también podría tener una redacción menos coloquial y poner alguna tilde que falta (lo único que me molesto-ó-).
    En la historia de Mercedes, tenéis un fallo grande: desmayo es con Y.
    Muy bien por el vídeo de la relación de ayuda.
    Saludos,
    JD

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